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Open the Data

Porque no es posible gestionar lo que no se puede medir.

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Cuando oímos hablar de Data, a muchos nos entra urticaria, sobre todo si somos de letras. Si además le sumamos el adjetivo “Big” delante, la cosa empeora por momentos; entonces ya aparece el miedo generado por algo que parece ser tan grande que no podremos ni abarcarlo ni medirlo. Y nada más lejos de la realidad; el Big Data es grande por su tamaño, sí, pero también lo es por el increíble valor que puede aportar a tu empresa. Eso sí, solo si sabes medirlo y sacarle partido.

Big... ¿qué? Una visión general sobre Big Data y su importancia para manejar grandes volúmenes de información

Vale, has oído hablar de ello una y mil veces, pero… ¿sabes realmente qué es Big Data? Si nos basamos en su definición ”literal”, Big Data es un término que describe un gran volumen de datos:

  • Estructurados: ordenados en cuanto a su formato, tamaño y longitud como, por ejemplo, las hojas de cálculo, las bases de datos, etc.
  • No estructurados: datos que están desorganizados y no tienen valor hasta que se ordenan, se identifican y se almacenan. Por ejemplo, vídeos, audios, imágenes, PDFs, etc.
  • Semiestructurados: información no regular que no podemos gestionar de manera estándar (por ejemplo, formatos HTML, XML, etc.). Estos datos vendrían a ser una mezcla de los dos anteriores.

El truco está en saber qué hacer con toda esta información para que sume a la hora de tomar las decisiones estratégicas más adecuadas. Lo primero es conocer de dónde provienen todos esos datos.

Podemos ayudarte a alinear todos tus puntos de contacto y medir el retorno de cada acción para identificar oportunidades, establecer modelos y, a partir de la inteligencia generada, superar los objetivos de negocio.

¿Cuáles son los tipos de Data según su formato y procedencia?

Una de las cosas más complejas del Big Data es el ritmo vertiginoso al que evoluciona. Antes había pocas fuentes de información, mientras que hoy en día proliferan los recursos de los que sacar más y más datos. La velocidad a la que recibimos estos datos también crece de la mano, lo que hace que cada vez sea más complicado decidir cuáles son útiles y cuáles no.

Aunque no lo parezca, los datos están por todos lados:

  1. En grandes transacciones: datos empresariales que promueven información de clientes que se extraen, por ejemplo de un CRM (Customer Relationship Management), inventarios de ventas, obtenidos mediante un “sistema de planificación de recursos empresariales” (o ERP), de registros de facturación, de llamadas, etc.
  2. En redes sociales y páginas web: el contenido que se adquiere de transacciones, visitas o sesiones en web e interacciones o impactos en redes sociales como LinkedIn, Facebook, Twitter, Instagram, etc.
  3. En las huellas biométricas: aquella información obtenida por escaneo de retina, huellas digitales, reconocimiento genético o facial, etc.
  4. En la actividad que realizamos en el día a día los seres humanos: generamos datos cuando llamamos a un call center, escribimos mails, firmamos documentos electrónicos, dejamos notas de voz, usamos tarjetas de crédito o débito….
  5. En las máquinas (Machine to Machine – M2M): se trata de tecnologías que intercambian información en formato de datos entre dos máquinas remotas. Un claro ejemplo son los medidores inteligentes que utilizan las compañías de agua o gas para medir el consumo; obtienen ciertos datos que luego monitorizan y utilizan para hacer estimaciones de frecuencia o voltaje.

Sin datos, no eres más que otra persona con una opinión

William Edwards Deming.

Estadístico estadounidense, profesor universitario, consultor y pionero del concepto de calidad total.

Acabamos de ver que los datos, como ocurre con as meigas, “haberlos, haylos”, pero aquí la magia se produce cuando el conocimiento adquirido se convierte en algo de valor para nuestro negocio.

La importancia del Big Data en Inbound Marketing. ¿Por dónde se empieza?

Antes de entrar en valoraciones, viene bien desglosar las siete V’s del Big Data o, lo que es lo mismo, las siete características o magnitudes implícitas en este concepto. Ahí van:

  1. Volumen: número de datos generados.
  2. Velocidad: en tiempo real, la rapidez con la que estos datos son generados, guardados y procesados.
  3. Variedad: lo diferentes formatos en los que se registran los datos.
  4. Veracidad: la autenticidad de los datos.
  5. Viabilidad: la factibilidad de las compañías de generar oportunidades fiables con los datos recopilados.
  6. Visualización: el modo en que los datos son presentados para hacerse legibles y comprensibles.
  7. Valor: sin lugar a dudas, la más importante de todas. Un dato en sí mismo carece de valor. Ni incluso por el mero hecho de recopilar un gran número de datos se genera ese valor añadido. El valor del dato está en la generación de las mejores decisiones en base a ellos, para lo que es fundamental contar con la ayuda de tecnologías aplicadas y profesionales capaces de interpretarlos.

Hasta aquí, todo bien. El Big Data es verdaderamente muy BIG pero, si hablamos de la importancia que tiene para un negocio (y no cualquier negocio, sino “mi negocio”), ¿cómo de importante es?

Llegado a este punto, podemos introducir los más que populares TOFU, MOFU y BOFU o, lo que es lo mismo, Top, Middle y Bottom of the funnel, siglas que se utilizan para referenciar a la fase del embudo de conversión a la que va orientada nuestra estrategia de Inbound Marketing. Organizar los datos en torno a una de estas etapas facilita su clasificación, interpretación y optimización. Pero como dijo Jack el destripador, vamos por partes:

Cogiéndole el gusto al TOFU (Top of the funnel)

Dejando de lado el chiste del TOFU, no estamos precisamente hablando de la comida de origen oriental preparada con semillas de soja, sino de lo más alto del embudo o funnel, donde nuestra enmienda es crear contenido para atraer al mayor número de visitantes posible. Visitantes que no saben bien lo que quieren aún.

En este punto, nos encargamos de abrir boca para saborear el “plato inicial” de tu funnel. ¿Cómo? Analizando cuánta gente te conoce, cuántas visitas o interacciones generan tus comunicaciones, las tasas de conocimiento e interacción, las de crecimiento en la lista de retargeting, etc.

Controlando registros desde el MOFU (Middle of the funnel)

En la etapa media del embudo o MOFU los usuarios ya tienen claro lo que quieren, por lo que podemos hacer un trato: darles un contenido más currado a cambio de información (lo que llamamos “generación de leads”). Es el momento de hacerse notar y que nos consideren como buena opción para satisfacer sus necesidades. En esta etapa, lo importante es conocer las necesidades de nuestros buyer personas para prepararles para la venta.

Nuestra tarea aquí es averiguar qué usuarios han pasado de visitantes a suscriptores o registrados, ver qué funciona mejor para captar su interés, etc.

BOFU (Bottom of the funnel) o cómo hacer que el final sea solo el principio

Llegamos a la parte más estrecha del embudo; la pieza clave que cierra una venta. Hasta aquí solo llegan aquellos usuarios que se interesan realmente por un producto o servicio. Convertirles en clientes dependerá de poner toda la carne en el asador creando contenido clave y personalizado.

Aquí es clave analizar los KPI (indicadores clave o medidores del rendimiento), el ROI (retorno sobre la inversión) y el engagement (compromiso entre marca y audiencia) para ajustar las estrategias.

En próximos posts bucearemos en este análisis de data y en la importancia de tenerlo en cuenta en cada etapa del funnel desde el mismo inicio de la creación de una estrategia sólida para nuestro negocio.

En resumen, es importante crear contenido diferente en cada fase del funnel (TOFU, MOFU y BOFU) para acompañar al usuario desde que detecta una necesidad hasta que la satisface. Y, por supuesto, medir, medir y re-medir todos los datos que deja registrados.

Usos tangibles del Big Data para tomar decisiones empresariales

... sin datos, ¿cómo podemos llegar a conclusiones definitivas?

Thomas Alva Edison.

Inventor, científico y empresario estadounidense con más de 1.000 patentes inscritas.

El Big Data está entre las mejores herramientas que podemos utilizar para nuestras campañas y estrategias de marketing. Si todavía no te hemos convencido de su importancia, esta recopilación de los mejores usos que podemos darle te hará ser fan incondicional y gritar a los cuatro vientos el “larga vida al Big Data”:

  • Te ayudará a elaborar estrategias de comunicación adaptadas a los gustos y necesidades de tus clientes.
  • Hará fácil la segmentación de tu negocio: podemos ver cómo los clientes van evolucionando y saber cuáles son sus hábitos de compra y de consumo, así como desgranar cómo se comportan con nuestra marca.
  • A partir de las segmentaciones, podrás ver al detalle cómo cambian tus clientes y cazar más oportunidades de ventas.
  • Te permitirá crear una estructura de datos única que te hará tener una visión de negocio más precisa.
  • Podrás tomar decisiones en tiempo real más acertadas.
  • Podrás detectar y evitar la pérdida de clientes y fraudes observando patrones de comportamiento.
  • Podrás también predecir cómo va a ir tu negocio con más probabilidades de acertar, sin tener que echar una moneda al aire o jugártela a cara o cruz.
  • Ahorrarás dinero en tu inversión en publicidad optimizando tus campañas.

Y esto solo es el principio. Teniendo al Big Data como tu mejor aliado serás capaz de crear estrategias que guiarán a tus clientes en todo el proceso de compra para asegurarte de que lo completen con éxito. La clave está en contar con las metodologías y tecnologías adecuadas que te ayuden a extraer, analizar y transformar datos en información útil que te “chivará” cuándo y dónde escuchar a tus clientes para ir allí rápida y velozmente. En Genetsis tenemos todas las herramientas y sabemos cómo ayudarte. ¿Nos dejas?

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